MI PRIMERA BICICLETA

Si queremos que nuestros hijos vivan en ciudades más habitables, con menos tráfico y contaminación, es fundamental familiarizarlos desde pequeños con la bicicleta. Al principio, podemos llevarlos en una canastilla, pero pronto será ideal que prueben una bicicleta sin pedales y descubran lo fácil y amigable que es este medio de transporte.

 

Ventajas de las bicicletas de balance

A diferencia de los métodos tradicionales, las bicicletas sin pedales permiten que los niños desarrollen el equilibrio de forma natural y progresiva. Al impulsarse con los pies, mejoran su estabilidad sin riesgos y adquieren confianza sobre la bicicleta. Además, fortalecen su coordinación psicomotora y su sentido de orientación. Lo más valioso es que desde pequeños aprenden a disfrutar la bicicleta con autonomía e independencia.

Los expertos recomiendan su uso a partir de los 24 meses, aunque algunos niños pueden comenzar desde los 18 meses, dependiendo de su desarrollo. El uso de estas bicicletas puede extenderse hasta los 6 años o más.

Después de practicar con una bicicleta de balance, en pocos días los niños estarán listos para dar el siguiente paso: montar una bicicleta con pedales. Con el tiempo, habrán adquirido la seguridad y responsabilidad necesarias para moverse por la ciudad en su día a día, ya sea para ir a la escuela o al trabajo.

Deja un comentario